Hasta el momento la pista es la punta de una madeja de sospechas. Una posibilidad que no se puede descartar sin relevar el campo, sin avanzar con peritos y especialistas en operaciones de contingencias, tal vez, de las menos deseables como buscar en la profundidad de una vieja perforación de agua o el pozo de una letrina en una vivienda.
La principal inquietud que surgió durante las últimas horas alrededor del crimen de Ramón Giménez (42) ocurrido hace siete días, calcinado en un patio en el barrio Cruz del Sur del paraje Nemesio Parma, apunta a que un joven desaparecido hace seis años en el barrio Tacurú, también habría sido víctima de un homicidio de ribetes escalofriantes, como el descarte del cadáver quemado en ácido y arrojado a lo profundo de un pozo de agua o tapado por desperdicios de un excusado.
Encabezados por el juez de Instrucción 3, Fernando Luis Verón, bomberos policiales, expertos de la Policía Científica e investigadores de la Dirección Homicidios, requisarán un inmueble de calle Santa Ana al 4600 en la chacra 96 y a dos cuadras de la comisaría Decimoséptima.
Las labores principalmente se centrarán en el patio de una vivienda que el detenido (39) por el crimen de Giménez, vendió hace pocos meses. En el pozo de agua o en el depósito de la letrina sospechan que podrían hallarse los restos, los huesos de Matías Ezequiel Machado, última vez visto con vida en esta zona durante la madrugada del viernes 14 de noviembre de 2014.
Desde el momento de la denuncia de su ausencia, el misterio cubrió el hecho y hoy podría develarse. “Es una chance que no podemos descartar ni arriesgar dejarla para más adelante”, confió una fuente a PRIMERA EDICIÓN.
La última imagen de los vecinos y allegados de Machado lo indicaron con una camiseta de River Plate con el número 19 y el nombre “Teo” correspondiente al delantero colombiano Teófilo Gutiérrez.
Según los datos y presunciones, el crimen o desaparición de Matías Machado ocurrió pocos días antes que el ahora detenido por el asesinato de “Monchi” Giménez, atacara a otro hombre con un arma de fuego. Por este caso, alias “Roger” estuvo detenido y purgó una condena arribada por una suspensión de juicio abreviado.
Saldó la pena con cuatro años de prisión y se presume ahora, que durante la madrugada del martes 8 de diciembre en su nueva casa del barrio Cruz del Sur, en Nemesio Parma, se cobró “venganza” de Giménez porque habría aportado datos que derivaron en su arresto y condena en 2015.
A Giménez luego de matarlo decidió quemarlo al mejor estilo de un crematorio hindú, con fuego debajo y sobre el cadáver.
A punto de lograrlo estuvo, al menos durante cinco horas ardió entre tablas de madera, ramas y neumáticos, hasta que un vecino alertó a la los efectivos de la seccional Decimonovena que en un patio estaba ardiendo un cuerpo.
Cuando los policías llegaron hasta el lugar, se comprobó el macabro hallazgo, que hoy podría repetirse y pondrían en escena a uno de los homicidas seriales de mayor crueldad de la historia criminal misionera.
Fuente: Primera Edición