El proyecto propone la creación de una Agencia Nacional de Sustitución de Importaciones, Valor Agregado, Tecnificación y Exportaciones (ANSI), como organismo descentralizado del Poder Ejecutivo, al cual se le asigna fondos provenientes del 15 por mil de los derechos de exportación de los aranceles de importación, más otros fondos que se le asigne a través del presupuesto. Ese organismo estaría dirigido por un Presidente y un Vicepresidente que serían elegidos por una Comisión Bicameral especial, y actuaría con un directorio de 7 miembros designados por el Poder Ejecutivo y dos por el Congreso. Los mandatos de los dos principales cargos serían de 5 años. También se prevé la creación de un Observatorio Nacional para el Seguimiento y la Sustitución de Importaciones cuya principal función sería la de monitorear, relevar y sistematizar en forma permanente “la totalidad de los productos importados, empresas importadoras, estructura de costos de los éstos, calidad, cantidad, precios, componente impositivo y toda otra consideración que permita desarrollar un análisis minucioso y permanente de los componentes importados”.
También se crearía un Consejo de Planificación Estratégica, integrado por miembros de organismos del Estado e instituciones públicas y un representante por provincia, cuya función sería la de elaborar planes de desarrollo para la industria. Estos planes a su vez, deberían ser aprobados por una mayoría especial en el Congreso y su concreción sería controlada por una comisión bicameral creada específicamente para tal fin.
Tal vez, lo más llamativo del proyecto es que le concede al presidente de ANSI la facultad de “requerir a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y otros organismos públicos o privados toda información necesaria para el cumplimiento de sus objetivos” para lo cual exime al organismo del deber de preservar el secreto fiscal.